Cuba: La hora de las grandes oportunidades y las grandes responsibiladades

Cuando uno contabiliza, una a una, las diferentes partes del rompecabezas que es y significa la gigantesca y terminal crisis que sufre hoy la nación y el pueblo cubano, es lógico que saquemos la conclusión penosa de que nadie, ni el Exilio Cubano ni la Comunidad internacional, está preparado ante la eventualidad de que implosione o explosione el sistema dictatorial allí impuesto y que venga un fenomenal colapso y el país entero entre en un tiempo de caos, hambruna, éxodo masivo y guerra civil.

Algunos ingenuos hablan de alquilar un almacén en Hialeah, hacer una campaña voluntaria para lograr donaciones de comida, medicinas y generadores eléctricos, para luego enviarlos en un barco a Cuba, como si eso no fuera una gota de agua en medio de un inacabable desierto.

Las soluciones a tamaña tragedia y ante tan monumental desastre tienen que ser a lo grande y nos obligan a pensar en un proyecto de país y en un rescate de la nación, en vez de pensar en pequeño y en poco.

Cuando se desmerengue la dictadura, estamos obligados, los cubanos de allá y los de acá, que ninguno somos de segunda, a llenar, no solamente los estómagos vacíos y mandar medicinas para los enfermos.

Hay que llenar el vacío institucional y político, el relacionado con la seguridad nacional, la red alimentaria y médica, la libertad de los presos, el orden público, la captura de los grandes culpables, el ordenanamiento del sistema educacional, la gasolina, el transporte y tantas otras necesidades y servicios.

En realidad, habrá que hacerlo todo porque todo falta o está malo.

Tendremos que reinventar a Cuba, a la Cuba Nueva, democrática y republicana, libre y próspera, capitalista y cristiana, que la mayoría de nuestro pueblo quiere y sueña.

De ahí la idea y el proyecto del CONGRESO NACIONAL CUBANO, que inauguramos y fundamos el Domingo, 23 de Febrero, en Miami, Florida, la Capital del Exilio.

Una cabeza politica, una coordinadora patriótica, con sus dos brazos, el PLAN MARTÍ, para la LIBERACIÓN y el PLAN MACEO, para la RECONSTRUCCIÓN.

Organizado y activo dondequiera que haya representantes y grupos de la Diáspora Cubana y en coordinación con nuestros hermanos en la Cuba profunda y heroica.

Todo programado y planificado.

Un organismo unitario, preventivo y de emergencia, con un proyecto a corto, mediano y largo plazo, de carácter político, económico, social, cultural, diplomático, geo-estratégico y moderno, dentro de un GRAN PLAN DE SALVACIÓN NACIONAL. .

Sólo así rescataremos y salvaremos a Cuba.

Lo triste sería que viniera el desastre, colapsara el sistema y no estuviéramos, como pueblo, preparados para asumir nuestras responsabilidades en cuanto a las grandes soluciones nacionales y el salvamento de los cubanos y de lo cubano.

La Historia y nuestros hermanos, hoy secuestrados e imposibilitados, jamás nos perdonarían tamaña traición y tan infame y suicida proceder.

La hora es ahora.

Nos toca unirnos y actuar.

ESO HACEMOS.